El VERMUT: nuevas formas de sociabilizarse!

En el colofón de mis 30 me he dado cuenta que me he aficionado a una nueva praxis... EL VERMUT.

Si bien es cierto que hasta hace relativamente poco, los domingos por la mañana apenas existían y si tenía que vivirlos era con una cantidad casi peligrosa de ibuprofeno en sangre, he descubierto que hacerse mayor y entrar en el club del puretismo implica que si hay que salir es mucho mejor hacerlo en viernes.
El porqué es obvio. Aunque el sábado por la mañana uno sea un trapito, por la tarde ya puede sociabilizarse con los suyos. Y como además, uno no está en sus plenas facultades, se puede retirar a sus aposentos a una hora suficientemente decente como para disfrutar del domingo.

Porque señores y señoras, el domingo mola... y sobre todo este invierno, en el que uno puede sentarse en una terraza, quintillo de estrella damm en mano (y quien dice quintillo dice volldamm, copazo de vino tinto o un chispazo de martini y cola) y un rico plato de bravas delante y echarse unas risas en sociedad mientras la temperatura ambiente, entorno los 20 grados, nos recuerda lo afortunados que somos de vivir en esta región del mundo!

Los vermuts son así. Empiezan con gafas de sol y acaban con la bufanda bien enrollada al cuello. Empiezan a 20 grados a la 1 del mediodía y acaban a las 11 de las noche celebrando un gol del barça...!

Los vermuts son así. Empiezan con 4 personas en la mesa y acaban con 4 personas en la mesa. Pero entretanto habrá pasado hasta el tato por allí para celebrar que aún somos jóvenes y que aunque los patrones conductuales varíen, nos gusta el cachondeo, la birra fría y el sol en la cara!


Este 2015 tiene 52 domingos. 

Por ahora llevo 2 de 2 fichando en el club de vermut, así que estadísticamente, este año apunta maneras! 
Además, la oferta de sitios molones donde vermutear en Barcelona es casi infinita, asi que este año no creo que nos aburramos mucho!!!
Y me fascina pensarlo, porque aunque los jugadores cambien, las buenas vibraciones se mantienen. Quizás sea porque la noche nos confunde y el día nos permite relacionarnos con otro desparpajo.

Sea como fuera, sin duda, como propósito del año (el único que me veo capacitada para cumplir de verdad) seguiremos siendo fans habituales del vermuteo... 

Porque cuando uno “cata” algo que mola... para que cambiarlo!?!?!

Comentarios

Entradas populares